El neoliberalismo imperante ha
convertido en mercancías aquellos bienes y servicios necesarios para la
vida individual y colectiva. La educación superior, que amerita cada día más el calificativo
de indispensable y constituye un derecho fundamental reconocido por la constitución colombiana, no escapa a este tratamiento mercantil bajo el
gobierno de Juan Manuel Santos con el beneplácito de los negociantes que buscan su lucro a
partir de las necesidades humanas y sociales.
El tratamiento no sólo es fruto de la inventiva nacional. Se trata de una concepción incubada por aquellos acumuladores trasnacionales y nacionales de capital que, ante la disminución del ritmo real de creación mundial de riqueza, buscan nuevas fuentes de lucro entre aquellos bienes y servicios de consumo necesario para la población. La garantía de un mercado libre sin distorsiones exige la eliminación de los “subsidios” a la oferta, léase financiación estatal a la universidad pública; por eso se plantea desde las esferas oficiales la reducción paulatina de los aportes gubernamentales, que deberán ceder paso al cobro de la mercancía en su valor real y a la búsqueda, en las instituciones estatales, de fuentes alternas de financiación.
Esta situación contrasta con las recientes inversiones en la guerra y la reestructuración de las Fuerzas Armadas, como una política de profundización del militarismo. En este contexto de altísima confrontación armada, en la cual el departamento del Cauca que nos acogió como sede de este Congreso es uno de los más fuertes escenarios de la misma, se abre nuevamente la esperanza a través de los diálogos por el fin del conflicto, como un primer paso del tránsito hacia la paz en nuestro país.
Es una necesidad imperante para este proceso que todos los sectores se pronuncien sobre el tema y planteen sus iniciativas para alcanzar la anhelada paz con justicia social. Las propuestas y perspectivas planteadas en el transcurso de este Congreso son insumos para la construcción de una agenda de paz desde el movimiento social y popular; el movimiento estudiantil debe discutir este importante tema, plantear alternativas y expresar aquellas exigencias desde nuestro estamento necesarias para conquistar la paz, entre ellas la garantía de la educación como derecho fundamental y bien común y las demás que ataquen desde lo sectorial las causas estructurales del conflicto político, social y armado que vive nuestro país. Hacemos un llamado a todo el estudiantado colombiano a vincularse a la lucha por la paz, a participar en las diversas agendas que sobre este tema se construyan en el movimiento social y popular, mostrando su respaldo en las calles este 8 de octubre, día histórico en el que se reabren las puertas a la solución política.
Es aquí donde la movilización adquiere una importancia central para el estudiantado colombiano. Potenciar la agenda nacional definida por la MANE es un compromiso ineludible, reafirmamos la importancia de participar de las marchas del 4 y 12 de octubre en el marco de la semana de la indignación y que este sea el primer paso hacia la profundización de la articulación con el movimiento social y popular, a partir de la construcción conjunta de las agendas de lucha. Así mismo convocamos al grueso del estudiantado a sumarse a la movilización del 17 de octubre, lanzamiento del borrador de articulado de Ley de los estudiantes, y las demás definidas por la Mesa Amplia para este segundo semestre de 2012.
Exhortamos a continuar y fortalecer los procesos de construcción de pliegos locales, de discusión de las exigencias nacionales a presentar al gobierno nacional, a generar todo tipo de iniciativas de movilización en todas las Universidades del país (pupitrazos, paros escalonados, asambleas, estrategias comunicativas y artísticas, entre otras) en aras de aumentar la presión política necesaria para ganar las reivindicaciones que se exijan en el orden nacional y local.
Ponemos a disposición de la MANE y el movimiento nacional universitario, los insumos que deja este Congreso en materia de construcción de articulado de Ley Alternativa. Insistimos en crear cada vez más espacios en los que se armonicen y acerquen las diferentes propuestas que en este momento existen o se están construyendo, de forma tal que todos los estamentos y cada vez más sectores caminemos juntos en la lucha por sacar avante la Nueva Ley de Educación Superior, ya que la sólo unificando apuestas con los demás derrotaremos la estrategia privatizadora del gobierno de Juan Manuel Santos.
De este Congreso salimos con la plena convicción y el firme compromiso de volcar todos nuestros acumulados en función de profundizar los niveles de unidad y organización del estudiantado hoy existente, que nos permitan avanzar con mayor certeza hacia la materialización de la Organización Estudiantil Unitaria como máxima expresión organizativa del movimiento estudiantil colombiano. Invitamos al estudiantado en general, a sus diferentes expresiones organizativas y a la MANE a impulsar la construcción de organizaciones gremiales de base en todos los ámbitos de la vida universitaria, como garantía real y efectiva de avance hacia este reto histórico.
Agradecemos a todas aquellas
personas que participaron y aportaron al proceso del V Congreso Nacional de
Estudiantes Universitarios, a las organizaciones hermanas de Colombia y el
Continente que se sumaron al debate, a los sectores del movimiento universitario
que aceptaron la invitación a discutir con nosotros los temas desarrollados.
Reiteramos nuestro insoslayable compromiso de continuar construyendo una
Universidad crítica, creadora y transformadora, y una nueva Educación para un
país con Soberanía, Democracia y Paz.
Popayán, Departamento del Cauca, 23 de septiembre de 2012